jueves, 25 de mayo de 2017

Cómic en la Biblioteca de Mujeres de Madrid. Por Olga Carmona Peral



Uno de los objetivos del Colectivo de Autoras es la recuperación del trabajo de aquellas autoras de cómic que han sido injustamente olvidadas, cuya obra, a veces no firmada o descatalogada es difícil de encontrar hoy en día.

Un buen medio para hacerlo es rastrear estas obras de mujeres en las bibliotecas españolas, en concreto, hablaremos del importante fondo de cómic de la Biblioteca de Mujeres de Madrid. Esta biblioteca especializada fue creada en 1985 por iniciativa de la bibliotecaria, documentalista y feminista Marisa Mediavilla Herreros a partir de su biblioteca particular, y transformándose en un proyecto mayor y colaborativo. Hay que destacar también la participación de la filóloga Lola Robles Moreno, junto a otras muchas colaboradoras vinculadas al proyecto. Todas ellas han conseguido recopilar cerca de 30.000 títulos, muchos recuperados de librerías de viejo y mercadillos e imposibles de conseguir hoy en día, y es un proyecto que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un valioso patrimonio cultural a reivindicar.

El proyecto sigue abierto y ampliándose. En 2007 los fondos tuvieron que donarse al Instituto de la Mujer, que los gestiona actualmente. Sin embargo, carece de una sede propia; todo este importante material actualmente se ubica y está custodiado en la biblioteca del Museo del TrajeEs posible la consulta on-line -aunque falta por catalogar digitalmente material- y presencial, con la condición de pedir cita previa al Instituto de la Mujer como intermediario, por lo que no es demasiado cómodo para consultar.


Un poco de Historia...

Las Bibliotecas de Mujeres surgieron a finales del siglo XIX, vinculadas al movimiento sufragista, en parte por el hecho de la incorporación al mundo laboral de las mujeres como bibliotecarias. Sus objetivos eran guardar toda la documentación relacionada con el movimiento en pro de los Derechos de la Mujer. Una segunda generación de Bibliotecas de Mujeres tuvo lugar a partir de los años 60 en los países occidentales, aunque en España, por las circunstancias políticas, resurgirán en la década de los 80. Esta nueva generación de bibliotecas tendrá como objetivo principal fomentar la igualdad entre mujeres y hombres, así como mantener constancia de los cambios del Movimiento Feminista.

La Biblioteca de Mujeres de Madrid pertenece a esta nueva ola de iniciativas, cuyo objetivo era establecer un lugar de encuentro para y por mujeres que visibilizara esa historia escondida.

Resulta muy interesante que, desde sus inicios, el cómic fuese uno de sus intereses temáticos. En parte porque era un medio todavía joven, abarcable y porque unos de los pilares de esta iniciativa era conservar documentos que otras bibliotecas no consideraron ni consideran necesario guardar. Esta biblioteca pretendía descuadrar las rigurosas normas de catalogación y además dar un enfoque también femenino a la propia catalogación de las materias, como es la creación de un tesauro de mujeres para el uso en bibliotecas.

Por tanto, una de sus prioridades era dar voz a quien no la tenía y  hay un empeño en mantener constancia de lo subterráneo y fuera de los márgenes como eran las mujeres y los cómics incluyendo incluso las publicaciones más alternativas como los fanzines. En un momento en que no había cómics ni en las hemerotecas, comenzaron a recopilar obras de autoras y a crear un listado de mujeres guionistas y dibujantes. Si los cómics están todavía empezando a ser estudiados formalmente y han sido con frecuencia poco valorados culturalmente se debe, en parte, por su carácter de cultura popular y su dificultad de catalogación al tratarse muchas veces de obras colectivas y agrupadas en revistas. Su autoría misma suele ser un problema ya que una obra de cómic puede no ser de un autor único, sino de un equipo.


El cómic hecho por mujeres

La Biblioteca de Mujeres publicó en 2004 un Catálogo 'El Tebeo Femenino' con unas 200 entradas desde los años 30. Un punto de partida sin duda interesante para cualquiera que quiera rastrear el cómic hecho por mujeres en nuestro país.

El catálogo fue prologado por Mayka Muñoz y se resalta que en los años del franquismo sí hubo guionistas e ilustradoras aunque la mayoría de las publicaciones no llevan firma o se utilizan pseudónimos extranjeros, además, de las que se reconoce su autoría han sido poco recordadas o revalorizadas en estudios hasta ahora. En 2011 se publicó una versión ampliada en el libro “El tebeo femenino” (Alberto Santos editor).

En los últimos diez años ha cambiado mucho el enfoque de las bibliotecas sobre los cómics. pero esta idea de biblioteca especializada sigue siendo muy necesaria. No estaría mal reivindicar, como van a hacer las compañeras este fin de semana en la Feria del Libro de Madrid, que un proyecto tan necesario como este pueda volver a tener una sede abierta para mantener su espíritu de colaboración entre mujeres. Al fin y al cabo, las bibliotecas se mantienen vivas gracias a sus usuari@s.